
Sí, sí. Da igual que sean guapos, rubios, ricos y que generalmente salven vidas. Esta nueva temporada ya me ha hecho ver el primer paralelismo entre personajes de distintas series. Por una parte, tenemos a Robert Chase, de House M.D; por la otra, a Oliver Queen/Green Arrow, en Smallville.
Y es que los dos parece que esta temporada se han levantado de la cama con el pie izquierdo. ¿Casualidad? Esperemos que sí.
Chase (Jesse Spencer) empieza una nueva vida ahora como casado junto a Cameron y vuelve, con su esposa, a su antiguo trabajo debido a la baja de Gregory House. El doctor se encuentra a un paciente que despierta sus inquietudes éticas. Se trata de un dictador africano que está planeando un genocidio sobre una etnia que habita en su país. Con el conocimiento de las consecuencias, Chase falseó unos análisis de sangre, para que así se diagnosticara una enfermedad errónea. De este modo, se le administró una medicación al dictador que acabó con su vida. Parece que el razonamiento de “haber salvado a miles de personas al matar al dictador” cada vez tiene menos peso. Chase intenta olvidarse del incidente pero no lo logra y, en busca de que alguien le perdone, se encuentra delante de un confesionario. ¿La solución a sus problemas? Intenta encontrar la solución a sus problemas en el fondo de una botella.
El caso de Oliver (Justin Hartley) es similar, por no decir casi idéntico. Nos tenemos que remontar hasta a finales de la temporada pasada, donde Oliver se entera de que Lionel Luthor planeó la muerte de sus padres. A partir de aquel momento todo empieza a ir mal... Oliver, cegado por la ira, ve que tiene una oportunidad para vengarse de los Luthor y asesina a Lex en Requiem (8x14), culpando del crimen a Toyman. La situación empeora más cuando Clark se entera de lo ocurrido y sentencia su participación en los justicieros en Doomsday (8x22) con un “Ya no eres uno de los nuestros”. Precisamente, en el mismo capítulo, es cuando Oliver toca fondo por culpa de la muerte de Jimmy Olsen (o el que “se hacía pasar por él”).
En la novena temporada vemos que no sólo Clark ha cambiado su rol, sino que ahora Oliver ya no es Green Arrow. El multimillonario se ha dedicado a vivir una mala vida a costa de alcohol, drogas, sexo, peleas, motos... Incluso llega a quemar su traje de Green Arrow. Finalmente, Oliver parece salir de las penumbras de los callejones de Metrópolis en los que se encuentra y vuelve a ocupar su lugar en cielo de la ciudad (ver escena final de 9x05 – Roulette ), eso sí, gracias a Chloe y a su “plan”.
Chase y Oliver, Oliver y Chase. Creo que si intercambiaran los personajes... no nos daríamos cuenta. |