
Por Magda R. Martín
¿CUÁNDO SE ES DEMASIADO VIEJO PARA ESCRIBIR?
Desde que he tomado conciencia de mi edad, la realidad me pesa, he de confesarlo. Y esa realidad se ha incrementado cuando me he decidido a escribir a partir de una edad que, para un escritor, se puede decir, muy avanzada aunque a lo que me refiero al decir “edad avanzada” es a una dedicación continuada en la escritura puesto que, el que nace escritor, lo es para toda la vida como quien tiene la suerte o desgracia de nacer guapo o feo; puede arreglarse un poco, pasar por momentos mejores o peores pero siempre será el mismo. Igual pasa con los escritores.
Se nace escritor, punto. Luego, se pueden adquirir conocimientos que ayuden a mejorar. Sin embargo, de cierto tiempo a esta parte
, he podido comprobar y no precisamente sin sorpresa, como abundan los escritores ya ancianos que, incluso, triunfan en este mundillo complicado de la literatura lo que da a mis ánimos empuje y esperanzas para seguir luchando no solamente por publicar sino por continuar con la práctica de la escritura, una práctica que comenzaba a decaer y me obligaba a abandonar “la pluma” —hoy en día pantalla del ordenador— para dedicarme a lo que en otros tiempos se dio en llamar a las tareas femeninas “sus labores”, comprendidas entre la maternidad, la cocina, la plancha y la sumisión y aceptación de todas las tareas caseras. Pues no. Las mujeres ancianas, también podemos escribir… y triunfar, ¿por qué no?