Armadura de Enrique VIII. Prestad atención
a la prominencia de sus partes nobles. Señal
de su obsesión con engendrar a un heredero

Para mostrar que seguía siendo un fuerte líder político (y ahora religioso), el Rey decidió competir en otro torneo de justas para mostrar su potencial.

Enrique fue arrojado de su caballo y aplastado debajo de este, perdiendo el conocimiento durante dos horas y que, seguramente, sino fuera por su armadura, habría muerto por la caída.

Pero no obstante, esa caída fue seguramente la que hizo que el Rey cambiara su actitud y sus obsesiones tomaran el reino. Pues a partir de aquí, se muestra que Enrique sufría varios cambios de actitud, pensando una cosa durante la mañana y otra al caer la noche

Además, cuando Ana Bolena, embarazada de Enrique, se enteró de la brutal caída de su marido, quedó tan afectada que sufrió un aborto.

Aquel futuro hijo de Enrique era un varón y podría haber sido el deseado heredero que quería para la Corona de Inglaterra. Además, el accidente hizo que Enrique sufriera otra vez lesiones en sus piernas, si es que alguna vez se habían curado, e hizo que se volvieran a abrir las úlceras.

No obstante, cuando las úlceras parecían sanarse, Enrique sufría graves dolores en sus piernas, posiblemente porque tenía infecciones en sus huesos debido a sus caídas (la de la justa y la de años atrás).

Es por eso que los médicos decidieron no cerrar sus úlceras para que el Rey no perdiera el conocimiento. Sus piernas quedaron infectadas de por vida.