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27Pág.Ciencia y tecnología Cucharilla versus burbujas

 

En 1995, un equipo de científicos del Centro Interprofesional de Vinos de Champaña (CIVC), en Francia, realizó un riguroso estudio de este fenómeno. Para ello, varias botellas de una misma serie fueron abiertas y después vaciadas parcialmente. Fueron separados en varios lotes: unas botellas sin sistema de cierre alguno, otras con cucharillas en su cuello, y otras con tapones herméticos. Los resultados se ven en la siguiente tabla.

Otras aproximaciones derivarían del hecho de la buena conductividad térmica de los metales. De algún modo el gas húmedo (dióxido de carbono + agua) que asciende cede parte de su energía al metal condensándose el agua en microgotitas que redisuelven y arrastran el gas de nuevo al líquido de la botella. Esto tendría algún sentido si la temperatura de la cucharilla fuese del orden de varias decenas de grados Celsius bajo cero, lo que tampoco es el caso.

 

PÉRDIDAS DE PESO EN UNA BOTELLA DE CHAMPAGNE
EN DIFERENTES CONDICIONES

Sistema de cerrado Después de 24 h Después de 48 h Después de 72 h
Nada 0,8 g 1,2 g 1,9 g
Cucharilla 0,8 g 1,1 g 1,8 g
Tapón especial 0 g 0 g 0 g

Tabla 2. Los resultados del estudio del estudio del CIVC.
La pérdida de peso se corresponde con la salida del dióxido de carbono.

 

Si volvemos a la Tabla 1, obtuvimos que la concentración de gas carbónico en una botella normal es de unos 2 gramos a la temperatura de unos 5ºC, después de haberla abierto (la presión pasa a ser la atmosférica o normal). La Tabla 2 nos dice que después de 24 horas, en los dos primeros casos, se ha perdido la misma cantidad de gas con cucharilla o sin ella. Después de 48 o 72 horas la diferencia es de 0,1 gramos.

Suponiendo que esos 0,1 g de diferencia son únicamente debidos al dióxido de carbono, podemos hacer un pequeño cálculo. En términos comparativos estamos hablando de 0,1 gramos en relación a los 2 gramos que quedaban después de la primera salida de gas en la apertura de la botella. Supone por tanto un 5% de diferencia. Además si lo comparamos con la cantidad de dióxido de carbono que había originalmente con la botella, con seis veces más presión de gas, la diferencia sería 6 veces menor. Por tanto, no llegaría al 1 % de variación.