ANTIFAZ

Escritor aficionado en Internet
Somos muchísimos los escritores aficionados que exponemos nuestros textos en Internet. De diferentes partes del mundo, edades, cultura y condición social, sólo nos une el deseo de ser leídos y una misma herramienta, el Idioma. Miles de textos tan disímiles como nosotros mismos, suben diariamente a las páginas predeterminadas para alojarnos: masivas, con decenas de usuarios simultáneos, y comunitarias, donde todos nos conocemos. Solemos estar presentes en ambas y hasta creamos las personales.
Las masivas se basan en subir un texto y comentar otros tres, formando así una cadena para que ninguno pase desapercibido. Hay que tener mucha paciencia porque lo lógico es recibir comentarios de quienes circunstancialmente subieron al mismo tiempo que nosotros y se limitan a firmar presencia con palabras ocasionales. Leemos muchos textos insípidos, reiterativos y mal escritos antes de encontrar a los interesantes, con cuyos autores terminamos formando una colonia dentro de la página. Si el espacio fuera sólo para escritores sería perfecto por su simpleza, pero el gran número impide controlarlo y hay que soportar los baneos de los estúpidos que defienden su derecho a la perversidad.
Las comunitarias, compuestas por escritores que se conocieron en las masivas, tienen nivel superior. Leer buenos textos ayuda a escribir mejor. La red social es muy fuerte y se percibe la persona detrás de lo virtual. Son compañeros que ayudan a construir el espacio porque lo sienten suyo y entienden el compromiso de vivir entre pares respetando y siendo respetados.