anterior
siguiente
33Pág.Ciencia Alfabetización científica

 

El científico por supuesto quiere que le paguen por su trabajo, pero desde luego prefiere que su contribución llegue a cuanta más gente sea posible. Aplicando la misma lógica para un artista, cuanta más difusión tenga su creación, cuanto más fácil sea el acceso, al final el beneficio que podría obtener también sería mayor. Así, por ejemplo, un fan de un cantante que pudiese oír su nuevo disco de forma sencilla tendría mayor interés por ir a su concierto.

Por otro lado nos encontramos con el modelo de éxito que la sociedad en general y los medios de comunicación en particular ofrecen. No existe una cultura del esfuerzo, sino que se valora la belleza o la habilidad deportiva (ambas casi siempre innatas). Entre las listas de los más conocidos podemos encontrar cantantes o deportistas, pero no científicos. No se le da demasiado valor al esfuerzo y a los años de estudio, sino a la suerte de haber nacido con unas condiciones determinadas o haber podido entrar como participante en un concurso. Lógicamente, esto se ve reflejado entre la juventud. No resulta habitual encontrar adolescentes con deseo de esforzarse por lograr sus metas, lo que requiere años de formación y superación, sino que la idea que se sigue es la de la ley del mínimo esfuerzo.

Todos estos temas, en los cuales vemos como una alfabetización científica mayor ayudaría a una sociedad más crítica, nos llevan también a no entender los motivos para una reducción de los fondos destinados a la investigación y desarrollo. Directa o indirectamente, todos queremos que en nuestros hospitales se dé la mejor atención o que nuestras universidades sean lo más competitivas posibles en el contexto internacional, de cara a una mejor capacidad de formación.

Pues debemos entender que esto va ligado unívocamente al desarrollo científico y tecnológico. También ser capaces de comprender esto, entra dentro de lo que podemos denominar alfabetización científica. El atraso respeto a otros países de nuestro entorno es históricamente notable y, si bien en los últimos años se ha mejorado, recortes como éste dificultan el progreso. Es evidente que cambiar la dinámica en nuestra sociedad es bastante complicado. Vivimos tradicionalmente en una sociedad dominada por las letras, donde la ciencia no tiene cabida en lo que se considera cultura.