anterior
siguiente
91Pág.Libros y autores La caída de los gigantes

 

Walter y Fitz son íntimos amigos, lo que no evita que tengan puntos de vista diferentes con respecto a la política exterior de sus respectivos países.

Cuando es asesinado en Serbia el heredero de la corona del Imperio Austro-húngaro, lenta pero irrevocablemente, las naciones europeas dan un paso tras otro hacia la guerra.

Mientras Fitz trabaja para que Gran Bretaña entre en el conflicto si llega el caso, Walter hace todo lo que puede para que tanto Alemania como Austria no declaren la guerra a Serbia.

Walter debe abandonar Inglaterra, pero un día antes, se casa en secreto con Maud.

Follet narra de forma muy vívida algunas batallas, en una de ellas cuenta una anécdota curiosa: el comandante Fitz entra en una trinchera de primera línea de batalla y la encuentra vacía.

Al asomarse para ver qué pasa en el espacio comprendido entre su trinchera y la de los alemanes, se encuentra con que los soldados de ambos bandos están conversando animadamente, fumando y jugando un partido de futbol, allí se encuentra con Walter, quien le cuenta que todo empezó cuando un soldado alemán se asomó y gritó a los ingleses:

¡Feliz navidad!, un inglés respondió y así se empezaron a cruzar saludos y terminaron saliendo de sus respectivas posiciones.

Entretanto en Inglaterra y Alemania, los que no van al frente luchan por sobrevivir en medio de una economía de guerra.

Paralelamente Follet va narrando la situación que se vive en Rusia, dos hermanos, Grigori y Lev Peshkov, trabajan en una fábrica de locomotoras en San Petersburgo.

Grigori, el mayor ha cuidado de Lev desde que quedaron huérfanos, primero mataron a su padre por orden del príncipe Andrei —hermano mayor de Bea, la esposa de Fitz—, luego a su madre en la revuelta de 1905.