Mi último poema Tengo
Poema bicéfalo "Demócrito sostiene que no puede haber un gran poeta sin unas gotas de locura." |
Sentada con dos cabezas y un abrazo de cuatro brazos nació. Abre las narices aletea el subconsciente. La palabra sufre inventa la risa al borde de la tinta en poemas imperfectos (sin hormigas, sin caracoles, sin lagartijas) en papel de araña (con arañas). —¿Entender qué? ¡Es rebelde! Sentada juega una niña con dos caballitos de juguete con dos puertas azules con dos góticas ventanas en un puzle de dos bolsillos. Dos labios con dos bocas mordisquean… aquel cadáver exquisito con hambre de pez. Hacia lo incierto y absurdo —sin freno en los dientes—, sentada continúa su loca carrera. Incomprendida por el vulgo la memoria fallece, los libros se cierran sin órganos que funcionen. Y vuelve a nacer, necesita jugar llorar y comer (la rosa espera al jardinero mientras haya luz). Un poema, una niña |