La radiación solar
De toda la radiación que emite el Sol, solo una mínima parte llega a la superficie de la Tierra y eso es debido a la atmósfera, la suma de varias capas compuestas por diversos gases esencial para la vida en nuestro planeta. Este escudo protector natural, además de bloquear los objetos que impactan a gran velocidad desde el espacio como los meteoritos, actúa como un filtro de la radiación nociva para los seres vivos permitiendo solo el paso de un tercio de la misma, el resto de radiación es absorbida o reflejada por las nubes y otros gases de vuelta al espacio.
Pero la luz sola no es una radiación simple, sino que está compuesta por diferentes tipos de radiaciones electromagnéticas que producen efectos sobre los seres vivos y se pueden dividir en función de su longitud de onda en tres: radiación visible, radiación infrarroja y radiación ultravioleta.
La radiación visible o también denominada luz visible es la necesaria para que se produzca el efecto de la visión.
No es un tipo de radiación perjudicial en sí, el mayor problema que podría aportar seria el deslumbramiento cuando los ojos están acostumbrados a la oscuridad o es reflejada por una superficie como la nieve, de ahí que en este tipo de paisajes se recomiende el uso de gafas polarizadas.