Me hablaba de las maravillas de ese plato y yo orgullosa empecé a mencionarle varios nombres y me fui por los más exóticos y al describírselos me decía “no..., ese no es”. Casi para terminar el recorrido de nombres, le dije que me indicara cuál era el componente principal porque no daba con la preparación.
Me dijo: “eran una papas que tenían algo por encima, pero de un sabor exquisito...”.
De inmediato se me ocurrió decirle: “Papas chorreadas”
¡Exacto!, me dijo y he estado buscando por toda la ciudad este platillo porque mis amigos colombianos ya no están en México. Le envié la receta y al segundo día me escribió un mail donde me decía:
“Mujer: ¡he vuelto a saborear la gloria! Gracias, te lleno de besitos...”.
Y aquí los dejo con la gloria de mi amigo mexicano.
