*Aprovechar los recursos... ¡No Agotarlos!
Hay mucha gente en el mundo que está encontrando en este noble vegetal no solo su sustento, sino también un modo de vida que no altera ni perjudica el ecosistema. Deberíamos pensar que si se emprende un negocio para utilizarla como nuestra fuente de recursos, deberíamos aprender de la historia: “no matar a la gallina de los huevos de oro”. Cuidar de que el “almacén no se desabastezca”.
Repoblar las áreas desforestadas, mantener el nivel de cultivo de todas las especies; cortar solo lo que se estima que se va a usar y cuidar de que el bambú no termine en la lista de “especies en peligro de extinción”. No es difícil, se requiere de compromiso, “sentido común y responsabilidad”. Al usar más bambú, dejaremos que se restauren los bosques, se talen menos árboles, cuyo desarrollo es más lento para que los recursos lleguen a estar en perfecto equilibrio y no los echemos en falta.
La humanidad tiene miles de años de equívocos garrafales. Esperemos que sepamos rescatar algo de la historia, de los desafortunados desaciertos y de una vez por todas manejar un poco mejor los asuntos.
Sin más dilación les dejo lo prometido: la cocina súper natural y nutritiva con el bambú como su estrella principal.