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12 Pág. Música Esteban Isnardi

 

Pero a causa nuevamente de los militares (mi padre no dejó su lucha al cruzar “el charco”), tuvimos que escapar. El 4 de agosto de 1977 llegamos a Suiza y pedimos asilo político. ¿Por qué Ginebra? Mi tío, un revolucionario notorio, ya estaba exiliado ahí. Él convenció a mi padre, su hermano. Yo creí que me iba por un par de añitos...¡van 34!

—He leído en alguna parte esta frase tuya: “La palabra URUGUAY será siempre mi sésamo y mi abracadabra”, ¿a qué te refieres?

—Con eso quise decir que esté donde esté, la palabra mágica para abri mi espíritu y mi corazón es: Uruguay.

—Entre las pasiones que tenías de pequeño... (Tengo informes de primera mano, diría muy fiables), que en tu época de estudiante eras todo un artista, que escribías y dibujabas muy bien.

—Me delató Jorge... ¿no? Como te dije siempre me encantó el dibujo. Hacía muchos retratos de profesores en la clase también y naturalmente me dirigí hacia eso profesionalmente. Fui caricaturista para revistas de Suiza, Francia e Italia durante unos años. Mi primer oficio digamos. Lo de la escritura es una pasión. Mi padre me pasó el virus de la poesía.

En francés publiqué 2 libros, participé con la escritura en exposiciones de artes plásticas, fui brevemente dramaturgo, actúe en teatros, hice crónicas. Pero nunca viví de ello. Es mi carrera frustrada: escritor. Este último libro que publiqué no colma esa sed. Convivir con lo que se hubiera querido ser, sin quedarse en el lamento: todo un arte de vida.

—Puedo entender eso. Todos los que amamos las letras, soñamos con llegar a ver publicada nuestra obra. Sin embargo, me ha llamado la atención (no sé cómo te haces el tiempo), que no solo has escrito libros, sino que ¡llegaste a publicarlos! Eso tiene mucho mérito... ¿Cuéntanos sobre qué has escrito?

—Publiqué un relato-poesía (en versos libres). Es un opúsculo. Fue en el ‘94, lo escribí enteramente en el famoso café Remor. Se llama "Rue Diego Lamas". Rue (es calle en francés). Narra en poesía un episodio muy emotivo de mi segundo regreso al Uruguay (hubieron cuatro). Lo sacó una editorial ginebrina que hoy desapareció. Se vendieron unos centenares. Publiqué textos en la revista literaria más importante de la Suiza francesa: Ecriture (Escritura). En el ‘91 con varios artistas contemporáneos creamos un grupo pluridisciplinar: Alkemia.