Es verdad que la repetición es aceptada en textos para el público infantil pero tiene que ser una repetición bien pensada, con un objetivo, nada de redundancias del tipo “subí para arriba”, “salí para afuera”.
Poesía para el público infantil parece fácil, pero es solo una impresión, porque a medida que estudiamos el asunto vemos que es complicado. Lo que perjudica a muchos autores es pensar que el “poema” viene completo. Paul Valery afirmó que el primer verso nos lo dan las musas. Pero tenemos que entender que es sólo el primero, los otros versos precisamos trabajarlos, cincelarlos como un buen escultor cincela el mármol. No podemos dejarle todo el trabajo a las Musas y después querer publicar el libro y recibir el dinero del derecho autoral.
Un ejemplo de que los poemas también precisan ser perfeccionados está en el libro “Filosofía de la composición literaria” de Edgar Allan Poe. Una obra maravillosa en la cual el poeta revela algunas de las estrategias que usaba para escribir. Por ejemplo, analiza los detalles de la creación de su poema El Cuervo. En ese libro él habla de la selección que tuvo que hacer, del camino que siguió para construir el poema. Como una casa se construye con ladrillos, un poema se construye con palabras.
Edgard Poe primero pensó que el ave podía ser un loro, pero inmediatamente se dio cuenta que un loro disminuiría la seriedad del poema. El ave tenía que tener un aire trágico, por eso escogió el cuervo. Como el cuervo es negro Poe pensó que un contraste valorizaría ese detalle, precisaba de algo blanco. Surge entonces en su mente la imagen de una estatua de mármol.
Recomendamos la lectura de ese pequeño libro porque no solo destruye la ilusión del poeta como ser poseído por las Musas, también nos ayuda a entender algunos recursos de ese género.
Cuando el libro de poemas es para niños el lenguaje debe ser adecuado a la edad del pequeño lector. Pueden ser trabajados contrastes de colores, de formas, de ideas. A los niños les gusta la rima y la musicalidad, pero tenemos que evitar que las rimas sean formadas por el diminutivo “ito”, “un perrito quería un huesito”, porque ese tipo de rima empobrece el poema.
Para finalizar quiero dar tres sugestiones que pueden ayudar a dar más vida a un libro infantil: