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49 Pág. Ciencia y medioambiente Pesca indiscriminada

 

Además, no solo acaba con estos peces, sino con las plantas que forman la base del ecosistema marino, impidiendo su regeneración natural. Y por si fuera poco, solo una pequeña parte de los peces sube a la superficie y es capturada, el resto caen al fondo del mar donde agonizan hasta su muerte.

Esta práctica está extendida sobre todo en las zonas del sudeste asiático, el mar Egeo, la costa de África y las Islas Filipinas, donde un informe de 1999 afirma que cerca de 70.000 pescadores llevaban a cabo esta actividad .

Y es que ya se preguntaba Amaral en el año 2003, ¿cuántos peces tienes que pescar / para hacer un desierto del fondo del mar?  Pero, concretamente, ¿qué culpa tengo yo de que todo esto pase? ¿Por qué me acusa este anónimo escritor de barrer y dinamitar la fauna y flora marina?

 

2. El nexo fatídico: del carro de la compra a la pérdida de la biodiversidad

Cada vez más concienciados depredadores míos; sé que habéis estado muy cómodos con vuestra condición. Pero ha llegado la hora de dejar de comerse todo lo que se menea y más… y detenernos a pensar qué clase de mundo queremos tener. Recordad que incluso las más grandes empresas dependen directamente del consumo y que en esto último radica nuestra responsabilidad a la hora de exigir unos productos u otros, ya que está claro que si un producto no se compra, desaparece. Esta es la forma última en la que podemos influir, nos debe importar el origen y el modo de obtención de nuestros alimentos.

Solo así dejaremos de ser depredadores para empezar a ser consumidores decididos que saben lo que quieren y que no se dejan engañar. Este cambio pasa necesariamente por una información real, objetiva y esclarecedora. Por eso, y para hacer de ustedes, todavía depredadores a merced de algunas grandes empresas sin escrúpulos, consumidores consecuentes, he decido documentar tres casos que han llegado a mis oídos...