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115 Pág. Algo que contar BambĂș, donde dirigir nuestros caminos

 

Empiezo por mi primer hallazgo, la famosa escuela hecha casi totalmente de bambú en la Isla de Bali: auto-sostenible, ecológica y económica. Tres aspectos muy importantes a tener en cuenta, en los tiempos que corren. Hoy la arquitectura está encontrando en esa magnífica fuente de recursos la solución a la vivienda digna, práctica, confortable y de fácil mantenimiento.

En zonas sísmicas: dada la resistencia y “elasticidad”... soporta estoicamente los cimbronazos, resultando mucho más seguras para sus ocupantes. Sin exagerar: en China se utilizan los andamios de bambú, como por ejemplo, en los edificios que se levantan en Hong Kong, que suelen ser de muchísimos pisos, resultando más fiables, livianos, transportables y a la vez económicos.

Después del terremoto de China que dejara tantos millones de personas sin hogar, el gobierno encargó a grupos de arquitectos que idearan viviendas de campaña, de rápido armado, económicas y que pudieran montarse con facilidad, sobre todo que resolviera con prontitud el albergar a tanta gente en zonas rurales, mientras reconstruían sus hogares.

De esos proyectos surgió una idea basada en el tradicional y milenario arte Origami japonés (figuras de papel plegado), resultando en unas vistosas y muy prácticas casas de bajo coste, un techo provisorio que el mismo interesado arma, con la forma más adecuada a sus necesidades.