Con Green School, se comprobó que podían utilizar los tramos de bambú más gruesos como cañerías, ensamblándolos como los de PVC u otro material. Muy útiles para regatos de las huertas, cercos; las estructuras para el área deportiva: porterías de football, para sostener los aros de basketbal, etc.
Como cercas naturales para protección de cultivos. Vallados para puentes o caminos.
Una de las bondades que sería muy útil para tener en cuenta: para contención de terrenos en declive. ¿Cómo?
Por estudios realizados, se sabe que una planta de bambú puede capturar o absorber hasta 40 litros de agua. Eso ayudaría a dar firmeza a las tierras propensas a ceder por exceso de lluvias, manteniéndolas menos lodosas, mientras que las extensas raíces que se enmarañan muy profundamente, hacen el resto. Lo mismo sería propicio para los territorios que “tiemblan” con frecuencia por excesiva actividad sísmica: los terrenos son débiles y los desprendimientos causan muchísimas muertes. Las cañas de bambú pueden parecen frágiles, sin embargo, son capaces de sostener piedras y grandes trozos de tierra en su sitio, evitando que caiga sobre los poblados de los valles o laderas. El bambú es aconsejable para las periferias de ciudades y para bordear autovías y autopistas. ¿Cuál es la ventaja? Además de que absorbe maravillosamente la contaminación acústica, es un 30% más idóneo a la hora de limpiar la atmósfera de CO2 que las especies coníferas.