Bien, les dejo un ejemplo ya implementado en las Filipinas... ¡Un taxi! No es una “¡Ohhh, qué exquisitez de diseño!” pero como útil y ecológico, creo que pasa la prueba. Es económico, mucho menos contaminante (se mueve con un motor de esos míticos 2CV... ¡un Citroën, y si chocas... la carocería te la tejes tú mismo con el antiguo arte del esterillado! jejeje
Les pido me disculpen, pero esto me ha vuelto majareta. No he podido menos que dejar volar mi mente, con cada cosa que iba descubriendo.
Reflexionaba que en este mundo tan enfermizo por ir tras lo último, lo de avanzada; por lo más contaminante y “fashion”, encontramos que se pueden hallar todo tipo de cosas muy curiosas, ingeniosas, pero sobre todo: menos agresivas, accesibles y útilles, aunque no tan convencionales y “definitivamente transgresoras”.
No sé, algo así como el “anti-héroe” de la sociedad ultra-consumista y destructiva actual... me resulta hasta ¡apasionante y muy loco! Pero hay mucho de positivo en estas locuras: que hay gente hasta en el rincón más lejano de la Tierra buscando cambiar las cosas.
Otro ejemplo de buen uso del bambú y “la materia gris” es el que sigue:
