En realidad, la sustancia principal que realiza esa función de “manchar el papel” es el grafito, que presenta una estructura en forma de panales de abeja superpuestos. Decenas de miles de esas capas forman pequeñísimos cristales negros que se van uniendo por los bordes a otros y así hasta tener el aspecto de la foto anterior.

Con el fin de poder entender la estructura se separan los átomos (bolitas negras) pero estarían unas pegadas a las otras en forma de capas muy próximas. Hay que decir que los átomos de carbono se pueden unir de otra forma.

Cada carbono está unido a otros cuatro. Por razones de facilitar la visión, en la imagen solo se observan cuatro que cumplen esa condición de estar enlazados a otros cuatro, faltando para el resto de átomos algunas de sus cuatro uniones.
Aunque parezca otra alternativa a la anterior sin mayor importancia resulta una diferencia notable. Aquí no hay capas, sino una estructura repetitiva en todas las direcciones y que no permite la separación que las capas sí facilita.