Federico Rodrigo IV, como su nombre lo indica, proviene de una familia de férreas tradiciones patronímicas para con los primogénitos. Nativo de Montevideo, Uruguay; casado, padre de dos adolescentes, combina su pasión por la familia, por ese tiempo con los amigos, ese disfrutar de la vida, con otras: el deporte y las artes. Desde hace años bajo su pseudónimo Antifaz, escribe en foros y webs de escritura. Allí, plasma toda esa inquietud literaria que van desde relatos con fuerte trasfondo social hasta cuentos infantiles. Ama la poesía, a la que considera su “cable al cielo”, sin embargo se decanta por la narrativa. No deja de lado ese escrito con típico humor e ironía rioplatense, y la elegancia del sarcasmo sudamericano, ante la injusticia social, la dureza de la vida en estos países, vista y enfrentada con la osadía del que la trajina a diario. Todo un repertorio con buena forja y magnífico lenguaje, que es adaptado y muy bien desarrollado según el tenor de la obra. Apasionado de su entorno, de la naturaleza, lo deja plasmado en sus relatos para niños, en los que además plasma la imagen. Un ilustrador con un trazo excelente, en el que sus personajes cuentan las historias, como si sus cuentos cobraran vida. El colorido y lo armonioso de sus dibujos, dejan constancia de que el buen gusto y la belleza estilística van de la mano. Desde ya no queda en un cuento más, es una historia con trasfondo y reflexión.
De modo que antifaz, ese hombre que se nutre como lector compulsivo, se enriquece con el arte, ya sea con la música, la pintura, el cine, es el resultado de la unión un cúmulo de inquietudes puestas en acción: un escritor, un deportista, un dibujante; un señor artista polifacético, que no se pone límites, que le gusta ver la vida desde todos los ángulos y darle su enfoque crítico y personal. Un observador nato que gusta de comunicar y que el lector... lo mastique y lo procese.
Sin más dilación, los dejo en compañía de Federico IV... Antifaz.