—¿Cómo llega Cristina a sitios tan lejanos con el arte pampeano?
—Queriendo aprender, en el intercambio, trabajando para conocer todo lo que pudiera respecto de la cerámica en La pampa, hurgando en la profundidad del tiempo, y al darme cuenta, toda mi obra expresa identidad regional, y revela un permanente y sostenido ejercicio de rescate, difusión y socialización de los elementos que componen el Patrimonio Cultural pampeano.
La cerámica pampeana es tan antigua como su poblamiento por rankeles, lo que es joven es su rescate del olvido... (¡Y en esta tarea me estoy poniendo vieja!! jajajaj).
—En un país, donde el arte no es algo redituable, (me refiero, a que a nivel gubernamental no se apuesta por los artistas), ¿cómo se hace para trascender fuera de las fronteras? Incluso dentro, ya que probablemente, todo debe salir del bolsillo de su bolsillo... Montar muestras, exposiciones, desplazarse y todo lo que eso conlleva.
—Hice siempre hasta donde pude, y lo que pude... Mi intención no era la de trascender, no fue el punto. Lo que me importó siempre fue conocer y nutrirme en el intercambio. Proponer a partir de mis cerámicas, una alternativa de disfrute en la actividad. Desde cada uno de los momentos, desde la selección de los barros hasta el último toque en la obra.
—¿Y qué has recogido de la experiencia de ese intercambio cultural en los países donde expusiste?
—Que mientras más uno se define con una identidad legítima, más se valora y se abren los espacios. Uno aprende a identificar los aspectos genuinos de los/as colegas en la honestidad de sus obras. Cuando uno no busca la perfección consumista y competitiva, sino una verdadera identidad.
—¿Se puede vivir del arte en Argentina?
—Desde la forma en que estoy transitando el arte yo, definitivamente no.
—¿Cómo responde la gente, en general con respecto a tu trabajo? Sé que has impartido una gran cantidad de cursos... ¿Hay buena disposición para adentrarse en el mundo de la artesanía?
—Sí, la mayoría de las personas que llegan a mi taller lo hacen para encontrarse a sí mismos en una imagen, con el material, o conectarse con el propio barro que pisamos.