Los muertos son apilados en las carreteras, en medio de gente sangrando y en estado de shock, que deambulan sin saber a dónde ir, buscando a sus familias entre los cadáveres. Los testimonios recogidos son espeluznantes. La gente no tiene nada, solo dependen de la ayuda que les va llegando lentamente desde los diferentes rincones del planeta.
Mientras de entre los escombros siguen encontrándose más supervivientes.
Contingentes de médicos, bomberos, personal de rescates y voluntarios, junto a suministros y ayuda humanitaria, se están haciendo presentes. Sin embargo, el caos reinante y la desesperación de los supervivientes, está empezando a generar más desorden y como sucede en estos casos el nivel de violencia, vandalismo y robos a los centros comerciales está a la orden del día y se prevé que necesitarán más cuerpos de seguridad para garantizar mínimamente la seguridad de los voluntarios y la población en general.
Estos enlaces muestran la situación que se vive después del terremoto por las calles. También la ardua labor de rescate, llevada a cabo por los bomberos y fuerzas militares internacionales y local.
http://www.youtube.com/watch?v=_s9nLm0Mkb0
http://www.youtube.com/watch?v=cGGB7CeqRoM
La otra gran amenaza, que darán lugar ahora son las epidemias. Miles de cadáveres están empezando su proceso de descomposición, con lo que eso conlleva. En medio de la gran destrucción y con toneladas de escombros aún sin remover, esa es una de las complicaciones de seguir trabajando en el lugar.
