Pero finalmente, la serie se sostiene en los personajes y no en los misterios. Como ya he dicho, es muy difícil contentar a todo el mundo.

Pero aún así, no hay que pensar en el final como un episodio, sino el fin de un viaje que ha durado seis temporadas y que será una serie para recordar, seguro. El mismo Daniel Dae Kim (Jin) dijo que en el futuro cuando se hablara de la televisión del siglo XXI será imposible no hablar de Lost. Y tiene razón.

Lost se ha convertido en una serie que ha revolucionado el panorama televisivo y lo ha transformado completamente. Internet ha provocado el levantamiento de las fronteras entre los fans y ha hecho posible la comunicación entre ellos al instante. Ha cambiado la forma de ver la televisión (del monitor de la televisión al monitor del ordenador) , ha impulsado a las otras series... En definitiva, ha quebrantado un sistema que había durado muchos años. A partir de ahora, las cadenas televisivas se tendrán que preguntar qué hacer. El usuario (ya no digo espectador) prefiere mirar el contenido cuando a él le plazca, sin publicidad, con la posibilidad de detener la imagen en cualquier momento. Los fans de países extranjeros quieren ver el contenido lo más pronto posible y en buenas condiciones.

Los voluntarios a Internet han conseguido hacer ese paso pero habrá un momento en el que estas personas ya no serán necesarias y serán las televisiones, con un sistema nuevo compatible tanto para ellos como para los usuarios, los que ofrezcan el servicio lo más pronto posible y en buena calidad. Si no fuera así, no se explica que la cadena española Cuatro emitiera el final de Lost a las 6:30 de la mañana y que nosotros nos levantáramos a esta hora y cambiáramos nuestros horarios para tal oportunidad. Cuatro ha sido la primera en atreverse pero no será la última.

Es por eso, y mucho más que hemos dejado en el camino, que hemos hecho un artículo de Lost. Porque se lo merece, porque ciertas personas lo han hecho posible. Ahora, tan solo queda decir “namasté”.