Isabel Parras Maurín o Anabelly para los íntimos, es una de las escritoras que nos acompaña el mes de junio.

Nació en Jaén, Andalucía, en el año 1973. Tiene tres hijos, de carácter jovial y alegre, casi una “Niña” más en la casa. Y aunque se reconoce como un tanto tímida, dice ser inquieta y soñadora; le encanta bailar... “lo que sea” y asegura que no se le da nada mal.

Viajar y conocer gente de otras culturas es otra de sus pasiones. Anabelly, quizás por estar dotada desde muy pequeña de un gran poder de observación y con habilidades artísticas, no sólo en lo literario, sino también en artes plásticas, marcaron su gran tendencia a expresarse con soltura en esas áreas.

Pero definitivamente, lo que la forjaron con esa sencillez y ternura, palpable en sus obras, fue el “respirar”, vivir a diario ese maravilloso entorno bucólico de la típica campiña andaluza, rodeada de verdes y eternos olivares.

Sus primeras lecturas fueron las obras de Becquer y más tarde, ya adolescente, se prendaría de Baudelaire, con su obra Las flores del mal, le marcaría profundamente. Isabel, proviene de una familia humilde, dedicada a la agricultura.

Estudió hasta sacar el graduado escolar, luego con quince años, se abocó a las labores del campo, trabajando en la recolección de aceitunas y algodón. Sin embargo eso no le impidió continuar con sus grandes pasiones: leer y escribir poesías.

Participando en certámenes literarios, logrando llegar a finalista en varias ocasiones, como en Certamen de poesía Haiku ArtGerust y Certamen de Microrrelato de Terror ArtGerust: Homenaje a Poe.

De estos concursos, publicaron un libro con la recopilación de los ganadores. Pero muy recientemente, Isabel Parras Maurín, llegó a concretar su sueño: ver publicada su propia antología de poemas. “Las niñas de las metáforas”, su sueño hecho papel está ahora a disposición del público.