 María Victoria Díaz-Cardiel Calero, Marivi, para los amigos... y que una vez que se la conoce... es imposible no serlo. Esta jovial muchacha madrileña, enamorada de su ciudad, llegó allí mismo a este mundo, a finales de los ’60 (9 de junio del ’69). Estudió administración y a ello se dedica desde su graduación. Una apasionada de la lectura, que se dejó seducir por la lírica. Influenciada por los grandes literatos, un día sintió la necesidad visceral de plasmar en papel cada idea que venía a su mente. Al principio, guardaba para sí sus escritos, ya que según sus palabras: su sentido del ridículo, era más fuerte y no deseaba que otros leyeran sus “locuras literarias”... ¡Menos aún, conocer su opinión! Sin embargo, un buen día Mariví... rompió el silencio y se animó a publicar en Space (http://meunen.spaces.live.com/) A partir de ese momento, Viviendo, pseudónimo bajo el cual suele escribir, permitía disfrutar de su arte a todo aquel que lo deseara. Una de las aficiones era leer en un foro de escritores (qqml), pero sin participar y aproximadamente hace un año, decidió que era hora de publicar. La respuesta de los lectores, fue el empuje que necesitaba para seguir con ímpetus renovados. Para Marivi es, no solo un pasatiempo, es por donde drena su alma y desahoga su corazón. Hay alguien muy especial en su vida, que para nuestra amiga resulta en su motor, el estímulo que le incita a seguir en esta línea. A explorar. Le insta a que arriesgue ir a más... hasta llegar a publicar su libro.
De momento, lo toma sólo como un reto personal, para un tiempo futuro... pero de seguir así, “su libro” podría aparecer como por arte de magia. Si quieren empaparse de la magnífica sensibilidad y ternura con que hila su decir... ¡Les invitamos a conocer a Viviendo en poesía!
Otros enlaces para visitar la obra de Marivi, es en su blog personal:
http://empezandoenotrolugar.blogspot.com/
http://keidell.hightoxic.com/viviendo-f109/
Simplemente sublime...
Tumbarme sobre las estrellas
mientras acaricias mi alma,
tocando la luna
con las puntas de mis dedos,
cada vez que susurras
mi nombre junto a tu deseo.
Desenvolviendo en tan ansiada espera,
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cada fantasía, atenta a tus anhelos
que me seducen y me llevan
a un cielo cuajado de sueños;
donde se respiran aromas inventados,
en lo dulce de tu mirada,
en lo tierno de tus labios,
notando la suavidad |
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