Nos encontramos en México. Con más exactitud, en la ciudad de Tijuana en Baja California. Diana Ríos nuestra colaboradora local está en un momento donde el arte está buscando enraizar y tomar un lugar importante en su vida. En su andadura, visitando artistas en exposiciones y muestras, conociendo más a fondo las diferentes corrientes y estilos que la ciudad esconde, llegó a Ángela González Rangel, una pintora cuya curiosidad e inquietudes le han llevado a explorar en las diferentes técnicas y orientaciones artísticas. He aquí la entrevista que realizó a la artista.
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Me encuentro aquí con Ángela González Rangel, una mujer sencilla, de gran corazón y una entusiasta de la vida.
—Hola Ángela para empezar me gustaría saber de dónde eres oriunda...
—Nací en La Piedad, Michoacán. Pero desde muy pequeña me trajeron a Baja California y aquí hice mi vida.
—¿Desde qué edad comenzó tu inquietud hacia la pintura?
—Siempre me daba por bailar, sin embargo tuve que poner freno a eso por cuestiones familiares. Como a los 16 años a escondidas estudiaba ballet clásico, escribía, pintaba, pero lo guardaba para mí. Todo lo que hacía debía realizarlo en secreto, mis pinturas, mis dibujos. Me dedique en un principio a pintar y decorar mis entornos... Mi oficina, por ejemplo, sin usar una técnica definida. Ahí descubrí que mi estilo gustaba a la gente.
—¡Qué comienzo más interesante Ángela! Y dime, ¿qué satisfacciones te ha dado el arte?
—He recibido un sinfín de satisfacciones. Cuando entro en el canal creativo, lo mundano se sale de mi realidad y me inmerso a través de una comunión conmigo misma. Dejo que el hemisferio derecho de mi cerebro fluya y mi creatividad emerge a un mundo subconsciente de emociones diversas, que en ocasiones afloran al consciente haciendo éste un momento muy intenso.
—¿Cuál es tu especialidad dentro de la pintura: óleo, pastel, acrílico... etc.?