Carina... Ceramista, escultora, maestra y ahora escritora.  Una persona que a estas alturas no necesita presentación.  Alguien que sabe mucho de barros y arcillas y se inspira en ello. Por eso, he aquí una carta de su “puño y letra” a la Señora Arcilla. Una misiva que sale desde lo más profundo de su ser... La gratitud, es uno de los grandes valores de esta  sensible y genial pampeana.

Señora Arcilla:

No creo que tu existir sea casualidad. Que un día alguien, por decir, “el primero”, te encontró en el suelo y como un juego te tomó entre sus manos e hizo contigo lo que pudo...: su primera obra. Te dejó al sol; poco después te endureciste y descubrió que tu aspecto tan dócil y plástico se convirtió  en fuerte y virtuoso y que frente a la tempestad volvías a tu original forma. El hombre siguió amasándote, siguió creando, hasta que un día de mucho calor, en algún lugar cercano, comenzó un fuego que se propagó... Y tú frente al fuego demostraste para qué fuiste creada. El fuego, que se supone que todo lo destruye, a ti no, contigo no pudo.