Existe pobreza, desocupación, hambre, desnutrición, delincuencia, y el poeta y el músico conocen la realidad, y asumen responsabilidades. Hoy vivimos con la suficiente democracia para que podamos opinar públicamente.
En una tierra áspera, dolorosa, que ha sufrido tantos males y tanta irracionalidad, la figura de Luis Alberto Spinetta, que rescata y revaloriza el valor del arte.
“Si no canto lo que siento
Me voy a morir por dentro
He de gritarle a los vientos
hasta reventar
Aunque solo quede tiempo
en mi lugar”.
(…)
(Barro Tal Vez)
“Si la lluvia llega hasta aquí voy a limitarme a vivir. Mojaré mis alas como el árbol o el ángel o quizás muera de pena”
Nació en Buenos Aires (Argentina), el 23 de enero de 1950.Comenzó tocando en grupos de colegio
, como el que luego sería Almendra, formado en 1967. Es un artista con mayúsculas, con sus genialidades, con su creatividad indiscutible e inextinguible, con sus humores, con sus variables y sus berrinches, en resumen, con su condición humana.
Almendra mostró un estilo honesto, singular y sin compromisos. Su música era esencialmente ciudadana, con reflejos de bossa-nova, aires de jazz e influencias tan dispares como Los Beatles, Waldo de los Ríos, Astor Piazzola y hasta un aire de Homero Manzi todo tamizado y coleado por una rica poesía surrealista. Su Poesía parecía inagotable y presentaba asombrosos picos de creatividad con un lenguaje transparente y tierno.
Con el tiempo, Luis Alberto Spinetta iría mudando de piel.