Dieciséis muelas
adosadas
a una boca estanque.
Las llamaradas
dejaron un lugar salvaje
para morir con la lengua.
El puente de este destino de papila
es salir a contenerlo todo
como a un sorbo.
Pero no sólo se han condenado a sí mismos
los buitres de las bocas
(a veces mueren también hojuelas
que descansaban fuera de la planta).
Yo, conmovido,
vuelvo entonces a mi retina.
Veo dieciséis muelas
abandonadas allí por la ridiculez.
(Las Muelas. Guitarra Negra)
Una boca, un niño, un hombre, un poco sobre todos esos maravillosos universos, una voz y un poema que nos permite conocer al artista y por sobre todo conocernos, reflejarnos, reflexionar y crecer, nada menos….
Un rokero “de culto” adorado por unos y mal comprendido por otros. De cualquier manera todavía sigue asombrando al mundo con su música y su poesía.
(…) “Y oigo tu adiós tan solo y no sé si olvidar sirve aquí…”
.........................................................