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Algo que contar
por ZeltiaG
Chile apostó al 33 y ganó
 
 

Otra anécdota es cómo ante el drama, los cerebros se pusieron en marcha y trabajaron en pos de soluciones “sin medir gastos, ni esfuerzos”. Eso ha tenido mucho que ver en el éxito de la operación. Ir a por los resultados con prontitud, sin ponerse topes. Cada uno supo poner de sí, la gente acompañó al grupo, se apoyó cada idea, los mineros tuvieron una atención permanente, con el mismo trato que a un equipo de élite o astronautas.  Creo que era lo menos que se podía hacer, ya que deberían esperar encerrados durante un largo período. Se antepuso la vida. Eso a mi entender es para aplaudir. Hay cosas desafortunadas que se deberían replantear en casos futuros. Luego del rescate, se abrió la causa, para buscar responsabilidades. En la indagación que se hizo a los mineros, la declaración de  Juan Illanes reveló que tiempo antes que diera lugar lo ocurrido, contactaron con los jefes de la mina, por una serie de ruidos de desplazamientos y pequeños desprendimientos que estaba causando cierta inquietud entre los hombres, previendo un posible derrumbe solicitaban autorización para subir.  Como  respuesta denegaron la salida, con el resultado lamentable que ya conocemos.

De ser ese el caso, ha sido una lamentable decisión. Pues ante la preocupación de un grupo de personas que en algunos casos “expertos” en estar frente a este tipo de contingencias, como Mario Gómez, que ha escapado varias veces de este tipo de episodios. Omar Reigada, ha pasado por tres derrumbes, ¿alguien sería tan memo de poner en tela de juicio su inquietud? Urzúa Iribarre, con 31 años de minero... Creo que ningún jefe del sector, debería pasar por sobre la experiencia de quienes pasan la mayor parte de su vida en las entrañas de la tierra, que conocen en propia piel sus caprichos y el más sutil suspiro de la mina saben interpretar a la perfección. Eso convierte a esos hombres en expertos  supervivientes: el ser cautos y saber cuándo se debe salir. Creo que el poder de decidir en este tipo de situaciones,  debería estar en mano de los que están escuchando “los avisos”, es decir, los que están en peligro inminente. Pero ya sabemos que lo lamentable en estos casos, es que nadie quiere perder el trabajo y se ven obligados a exponer su vida. Eso es algo que muy bien podrían los Señores encargados de  la Ley... Quizás otorgar  ciertas garantías y atribuciones al trabajador en circunstancias de riego. Por lo demás, han sido muy bien atendidos, en todo momento recibían el estímulo de la gente, de los gobernantes, la garantía de que se estaba trabajando a full en su rescate. De sus familias que se apostaron en el Campamento Esperanza, o a través de mensajes, teléfono o cartas.  Incluso recibieron la visita en el mismo campamento de algunos de los famosos 16 supervivientes de la tragedia del vuelo 571 en los Andes, los ex integrantes del equipo uruguayo de rugby que el 13 de octubre del ’72, pasaron a la historia por su terrible experiencia, que los dejó perdidos en el corazón cordillerano durante 72 días. Un grupo que podían dar un buen ánimo  con su ejemplo en lo que se refiere a supervivencia. Imagino, que para esos hombres habrá sido un día muy especial, puesto que se cumplía el 38 aniversario de su propia tragedia. Casualidades que tiene la vida.

 
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