LOCURA DE SOLEDAD
Quien puede romper,
los silencios sepulcrales de la soledad.
Quien puede clavar la daga,
que la palabra tira al vacío.
Si no brindas con sangre,
que la vida te exprimió.
Y te encierras en los recovecos de tu alma,
le pones doble llave al presente.
Y no dejas que el pasado te invada.
Un desgarrador grito profesa,
la habitación que te atrapa.
Te toma, te absorbe pero tú luchas.
Traspasando las paredes de carne,
atraviesas las puertas que sus raíces hecho.
¡Y vociferas que eres libre!
Pero lo que te rodea...
Es una ventana al vacío, a la nada.
Y unos ladrillos imaginarios,
pero sus cimientos son de tristezas.
Y nefasto es que estés sola, pero menester es que dejes tu locura.
NAVIDAD: CARTA DE UN PIBE DE LA CALLE
Mi escuela es la calle y mi profesor es la vida.
Por que dentro de mi casa, nunca me abrazo la moral,
Ni me dio cariño una familia.
Ahí donde vos pisas en la propia vereda,
ahí me eduque con la ley de la selva.
Sin tener los límites de unos padres.
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Dejándome que me la rebusque como sea,
y más que traspasando los lumbrales del bien.
Sin el blanco de un delantal ni un colegio,
ni fronteras. ¡Mis fronteras!, son las que mandan en mi vida hoy.
Sin más juguetes que un arma y la falopa.
Mis fuerzas el coraje de esta derrota.
Y hoy, hoy señores quieren deshacerse de mí, porque soy la escoria,
que ni mi familia, ni el país tienen en su memoria.
Por que soy capaz de matar, trasgrediendo la locura y la propia ley.
¿Y qué hicieron por mí? Papá y mamá incapaces de retenerme en su ignorancia.
O porque soy la réplica de su propia remembranza.
Y ustedes transeúntes pasan por mi lado.
Provocándome con sus mirada juzgadoras, discriminadoras.
Sin mirarse ustedes que todos tiene un muerto en su placard.
Y un mismo DIOS QUE AMAR... Y yo llenándome de bronca por tanta indiferencia.
¿Y adónde llegamos? A ningún lado. Yo al cementerio o a la cárcel.
Ustedes a seguir ignorándome, pero algún día al cementerio igual que yo.
Pero compartimos el mismo cielo la misma navidad:
RECUERDEN BRINDAR POR MÍ, YA QUE NUNCA LO HICIERON CONMIGO.
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