

Aún sigue siendo atendido por uno de los tantos Mayer que forman parte de una casta de relojeros, orfebres y joyeros compostelanos, Don José Mayer, relojero restaurador. Oficio que le viene de familia y aprendió de su padre con solo 14 años. Toda una vida dedicada a mantener “esas maravillosas máquinas del tiempo en su justo instante”. Hay más familia, otro de los Mayer que ostentan tradición y calidad en Santiago, fue el encargado de realizar en plata maciza el martillo con el que se da apertura a la Puerta Santa, acto con el que se da comienzo al Año Jubilar. También tuvo la tarea de “vestir” con plata y pedrería al Santo Patrono de Compostela. Capa que miles de peregrinos y otras figuras eclesiásticas como dicta la antigua costumbre religiosa, realizarán largas colas para poder tocar y besar. Pero seguimos en la búsqueda... Nuestros pasos nos llevaron un poco más allá. A Antonio Mayer, “Tonio” donde tiene su taller en el Concello de Teo, a pocos minutos del centro de Santiago, en medio de un entorno de monte y aldea, un encanto para los sentidos del artista. Allí descubrimos al hombre que mantiene viva no solo la tradición familiar... sino que rescata y revive la tradición del accesorio del traje típico gallego.


*Collares de coral y abalorios de plata. Broches para capas y dengues.