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Algo que contar
por Fobio
Génesis
 
 

Pero la constante dominante de este lugar es la paz, la quietud y la ausencia absoluta de necesidades. Me siento amorosamente protegido y eso es lo que nutre a mi paciencia y mi sosiego.

Siento sueño otra vez. Se me van cerrando los párpados y de muy buena gana me abandono al embotamiento progresivo de mis sentidos. Me dejo ir, flotar, sin ofrecer la más mínima resistencia, que, por algún ignoto discernimiento visceral, reconozco inútil. Me inunda la tolerancia, la permisividad que consiente que las cosas sean lo que deben ser.

Esa sabiduría ancestral que parece estar omnipresente en cada molécula de este entorno, me indica no luchar contra lo que no se puede, lo que ya está establecido y ha de ser, de una forma u otra. Parece asimismo señalarme, que sería muy práctico e infinitamente menos traumático, mantener una filosofía similar en el futuro, hasta el final. Lo que sea que esto signifique.

Se dibuja una leve sonrisa en mi rostro adormilado y satisfecho. Me llevo el pulgar a la boca, no por necesidad, sino por indulgencia hacia el placer que esto me provoca. Dejo que mi madre y tal vez una entidad superior, velen por mí hasta que sea mi momento de nacer...

Para Isidro

P.D.: Diario La Razón, Buenos Aires, domingo 7 de agosto del 2010. “La muerte de Isidro, el bebé de Carolina Píparo, la embarazada baleada por motochorros,  (ladrones motorizados), en la salidera bancaria de La Plata. Le impuso un inédito vuelco a la causa con la resolución adoptada por el juez, César Melazo, que cambió la carátula del caso, de tentativa de homicidio  a homicidio. Con esta medida, al aceptar lo solicitado por el fiscal Marcelo Romero y la familia de la víctima, los seis detenidos pueden recibir la pena máxima de reclusión perpetua”.

 
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