Se presenta a sí mismo como alguien que pasó varios años en la sombra, agazapado. El concepto del Becario de 20 Minutos fue creado por los propios usuarios de dicho periódico virtual que necesitaban a alguien para culpar los errores que se cometen en la información o en la web, que borra sus comentarios... Pero hoy conocemos un poco más al hombre que se encuentra detrás del concepto, el periodista que no quiere dar la cara, supongo que por miedo de las represalias de los usuarios.
—¿Cómo empezaste, por qué decidiste ser periodista?
—Decidí ser periodista porque en todo lo demás soy tremendamente peor y acabé en 20 minutos de rebote: una compañera de facultad mandó nuestros currículos y tuve la suerte de que me llamaron.
—¿Es cierto el mito que se esconde detrás de un becario sobre las fotocopias y los cafés a los jefes?
—Bueno, la verdad es que cuando empiezas el trabajo no te resulta especialmente edificante, aunque lo de las fotocopias y los cafés ya se está perdiendo (bueno, el café no tanto, a juzgar por las reiteradas peticiones de @jmmartin20 a través de Twitter). Los becarios estamos dejando atrás todas esas leyendas para intentar dominar el mundo.
—¿Te ves trabajando en 20 Minutos sin ser becario?
—Llevo más de tres años en el periódico, el primero como becario y el último como el becario. Respecto a tu pregunta… sí, me veo trabajando en 20 minutos sin ser “el becario”, porque al fin y al cabo todo esto no deja de ser un producto con fecha de caducidad.
—¿Si es así, qué pasará con el nombre del blog?
—El blog va a ser siempre el blog del becario por lo que representa, por el concepto. No me imagino el blog del redactor porque no tendría ningún sentido. La gracia (si es que la tiene) de todo esto, está en el personaje torpe y despistado del becario.
—¿Cómo empezó la idea de hacer El blog del becario?
—Como todas las buenas ideas, se fraguó en un bar. Sugerí a mis jefes que era el momento de explotar el personaje que habían creado los propios usuarios con sus comentarios. Ellos me dieron su aprobación, aunque me parece que no sabían dónde se estaban metiendo, jejeje.
