Kevin Castro Sosa con sus 17 años tiene muy claro qué hará en su vida. Le motiva el arte, la música y por supuesto, la literatura. Dice que le gustaría ser un vago... pero está claro que con tantas metas, eso no será muy viable. Estudia Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, Perú. Nuestro amigo peruano, reside en Chaclacayo en la misma ciudad limeña, pero alejado del centro. Kevin nos ha contado sobre sus pagos. Podría tratarse de un sitio muy peculiar, casi único: “un lugar alejado de la gran ciudad, donde el cielo se ve rojo por las noches y el río Rimac suena como auto viejo”. Aunque ama sus raíces, sueña con un lugar más romántico como París, al que ambiciona conocer e inclusive hasta poder residir allí. Demoonkevin, pseudónimo con el que se le conoce en foros literarios, nos cuenta que escribe desde muy pequeño, pero que se dedica de forma casi ininterrumpida desde hace relativamente poco tiempo. Es un lector infatigable, que tiene entre sus favoritos a César Vallejo, Fedor Dostoievski, José María Arguedas, Abraham Stoker y Mario Vargas Llosa. Como era de esperar, le encanta el francés, aunque no lo habla con soltura. Gusta de cocinar y comer los platos típicos de su Perú natal. Está luchando por hacerse un lugar en el campo de la música, se reconoce buen guitarrista, pero pésimo cantante. Sus ídolos como guitarras son Yngwie Malmsteen y Bob Dylan, entre otros. Sus gustos musicales son el Heavy Metal, Rock N’Roll, Blues y música Clásica. Ha llegado a interpretar algo de rock en algunos bares de Barranco. Por el momento es muy joven y tiene muchos proyectos por delante, espera pasar por Galicia en 2012, para realizar sus estudios, pero mientras concreta sus sueños, vamos a conocer al escritor en toda su expresión, en prosa y poesía... Demoonkevin.
Enlaces donde escribe Kevin Castro Sosa:
http://www.comunidadcibertec.com/blogs/posts/demoonkevin
http://www.comunidadcibertec.com/blogs/posts/demoonkevin
http://www.letrasyalgomas.com/index.htm
DÍA CUALQUIERA
Doblo la acera. De camino rumbo a la panadería para comprar dos soles de integral, un sol de Chiavatta, tres soles de jamón y algo de café. Juego con las monedas lanzándolas al aire, aplaudiendo y atrapándolas antes de que caigan. Dice la portada del periódico de hoy: “Día cualquiera”; y vuelvo a doblar la acera.