Autores: Douglas Preston y Lincoln Child
Título original en inglés: Cemetery Dance
Primera edición: 2009
Sinopsis de contratapa:
"William Smithback, reportero del New York Times, y su mujer, Nora Kelly, arqueóloga del Natural History Museum, sufren un ataque brutal en su apartamento, Afortunadamente hay testigos: la grabación de una cámara de seguridad identifica al agresor, un vecino de las víctimas que había muerto unas semanas atrás. La investigación oficial no da resultados. Ante ello, el inspector Pendergast decide emprender su propio y poco ortodoxo camino, el cual le lleva hasta una zona aislada del norte de la isla de Manhattan que casi nadie conoce. Allí, en un cementerio oculto a las miradas, residen los miembros de una secta vudú en la que ningún intruso ha conseguido penetrar."
Otra historia de los ya consagrados personajes de estos dos novelistas, el Agente Especial Aloysious Pendergast del F.B.I. y el Teniente de la Policía de New York Vincent D'Agosta. Al igual que con historias anteriores como "La mano del diablo", "La danza de la muerte" y "El libro de los muertos", Preston y Child mantienen a lo largo de todo el libro el mismo ritmo frenético que engancha al lector de manera tal que tiene que resistirse al impulso de leerlo entero de una vez.
Aunque no es una continuación de las novelas antes mencionadas se desarrolla en el mismo escenario y casi con los mismos personajes, sólo que en ésta Smithback es asesinado, lo que aporta un incentivo adicional para que sus amigos, D'Agosta y Pendergast, aborden la investigación con sus habituales y extraños métodos.
Como suele suceder con el Agente Pendergast al avanzar la investigación y los acontecimientos, lejos de aclarar la situación, la torna más misteriosa y macabra. En este caso en particular se mesclan la ciencia y la magia negra, dándose la mano por momentos y enfrentándose en otros. Los protagonistas se enfrentan a zombies, a una extraña secta desconocida que sacrifica animales en sus rituales y a la ineptitud y burocracia de algunos oficiales de policía, a la vez deben proteger a Nora Kelly, la esposa de Smithback, que también es perseguida en apariencia por la secta que no es más que un instrumento del malo de la novela que aparece recién al final del libro.
Lo único que no me gustó de esta novela es el asesinato de William Smithback ya que es uno de esos personajes que a lo largo de las novelas en las que aparece se hace apreciar y forma parte de esos personajes que uno llega a considerar indispensable en las investigaciones de Pendergast y D'Agosta.
Para todos aquellos fanáticos de las historias policiales y lo fantástico este libro no tiene desperdicio.