Allí el hijo de Will Smith, perdón, Jacob, enseguida es maltratado por los niños chinos y, en una emboscada, consigue la ayuda del señor de mantenimiento, que no es ni más ni menos que Jackie Chan (ni me acuerdo del nombre del personaje) que, curiosamente, se pelea con todos los niños sin golpearlos pero, eso sí, todos acaban rendidos al suelo.

The Karate Kid, una película en el que el protagonista aprende Kung Fu, no puede ser valorada como una buena película, pues no lo es, pero tampoco hay que etiquetarla como una mala película porque se hizo para un público infantil o juvenil. Jaden Smith interpreta a un Pablo Motos con 12 años que intenta hacer gracia pero no lo consigue. Jackie Chan deja prácticamente las escenas de lucha para intentar actuar y se ve su esfuerzo.
La película no es una adaptación exacta del film original (ejemplo: el “Un funeral de muerte” americano) aunque abusa de similitudes al final de la película. De hecho, visionando el final más que acordarme de la película original con el señor Miyagi me vino a la cabeza un episodio de Shin Chan en el que se parodia al clásico.
Una película quizás algo larga que logra entretener pero poco más. Odiaréis los cinco minutos de ponte la chaqueta, quítate la chaqueta. Yo prefiero el programa de “El Hormiguero” en el que fueron invitados la familia Smith y Jackie Chan, más divertido y más corto. En fin, un éxito mundial veraniego cuando no hay mucho que ver.