Algo que contar:
Cualquier semejanza con la realidad...
 
 

A su vez, me aclararon que te dijera: “Si sigue así, también le podemos quitar sus derechos a tu amiga”. ¡Me amenazaron!
En ese momento una expresión larga en mi cara y solo salió un sonido rápido y fuerte… __¿¿¿¿¿¿Qué?????? ¿Qué te estuvieron diciendo?
¿Por qué esa manera de realizar sus caprichos de política en una sociedad de formación recta?
¿Dónde queda la modernidad de una sociedad digna? ¡Las personas tenemos nuestros derechos!
¿Dónde están las frases que con tanta elocuencia y tan concluyentes dicen los políticos? 
¡Respetaremos los derechos tal y como lo marca la ley!
Ese respeto, jamás recuerdo que existiese en este ambiente en el que vivo, que no menciono porque me avergüenza encontrarme con estas situaciones. Me da vergüenza ajena describir con qué ligereza los caprichos son más fuertes que el avance limpio.
No sé si siempre ha sido así…. Pero desde hace mucho y cada vez que me topo con más intransigencias. Verdaderamente me da miedo vivir en esta modernidad, rodeada con ideas arcaicas y totalmente funestas.
Después de haber escuchado a mi amiga,  solo le planteé el realizar una visita a los licenciados actuantes, para que me proporcionaran una copia de su investigación sin dilaciones.
En ese momento decidí trasladarme a una ciudad que se encontraba a cinco horas en automóvil, para exigirles un escrito con todo lo evaluado, ya que era indispensable para lograr que se respetaran mis derechos.
Sin comer, sin descansar,  y con gran incertidumbre. Nunca se sabe qué tan malo puede ser dirigirse a un sitio sin ser invitada, con la intención de reclamar lo que es de uno. Desde siempre supe que molestar a los enormes caballeros o sea tus representantes, incomoda y llegas a formar parte de las personas conflictivas, por exigir tus derechos. Eso lo notas, cuando ves que provocas la típica reacción de: “¡Ya viene otra vez!”...qué dirán, que sabrán, etc. Ahora en vez de víctima, te conviertes en provocador de problemas. Es curioso...
Aun así, decidí ir a la punta del iceberg. Esperaba solo que estuvieran para que mi viaje tuviera un resultado exitoso llamándolo así,  porque suelen esconderse muchas veces para no dar la cara y no hacer algo que estropee sus planes. Había un derecho, pero por alguna razón o simplemente un capricho que darle a alguien que no sabía. Mi amiga decidió ir conmigo para escuchar todo lo que me dijeran, siempre es bueno tener testigos para cualquier información,  ¿verdad? Así que llegamos, cruzamos los dedos y  nos dirigimos a las oficinas.  Afortunadamente había alguien. Le preguntamos a una señorita y ella nos dijo……
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