—¡Para! ¡Lo has matado! —Fue lo único que salió de su boca, sin pensar que aquel individuo pensaba acabar con ellos.
—Créeme, ojalá lo hubiera hecho —Espetó él con tono sarcástico y más relajado formándose en sus labios por primera vez una media sonrisa.
Ella lo miró sorprendida intentando ver algo a través de su antifaz.
Estaba claro que el peligro había pasado y su pensamiento quedó confirmado cuando el coche se detuvo. Miró hacia fuera pero no le dio tiempo a ver nada antes de que se apagaran también las luces del coche.
—Vampiros… ¿Qué es todo esto? —Escondió la cara entre sus manos sin poder entender nada aun.
—Llevan semanas tras de ti —Dijo serio aquel tipo.
Lo miró, se había quitado finalmente la máscara y la recibieron unos intensos y penetrantes ojos ambarinos. Su mirada la atrapó, no podía dejar de mirarlos.
—Me has salvado… —Intentó articular vagamente, pero no había terminado la frase cuando se dio cuenta de que sus palabras no se correspondían con lo que estaba ocurriendo.
Únicamente sintió su cuerpo ser manejado como una muñeca y una punzada de dolor antes de caer en la completa oscuridad de su inconsciencia.

 

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