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Galicia y el camino
por ZeltiaG
Compostela tras la muralla perdida...
 
 

Les presentamos: La Casa de la Muralla

Santiago es mágico y como por arte de magia, fue que tuvimos conocimiento de la existencia de la Casa de la Muralla. Ha sido un enorme placer el haber tenido el privilegio de haber tocado y pisado esas maravillosas piedras que definitivamente nos dejaron azorados.

Gracias a la cordialidad de Consuelo y Josefina Rosende (Fifa), hijas de Concepción, dueña de la casa en que ha vivido toda la vida y que le viene como herencia de familia, que nos han permitido ver, tocar y sentir la historia plasmada en esas piedras. Fue realmente una experiencia increíble. Paso a contarles un poco por las peripecias por las que nuestras protagonistas pasaron.

Como he contado anteriormente, Consuelo siguiendo las pautas del Ayuntamiento en el año 2004, solicitó la rehabilitación de la casa, que tenía muchos años sin restaurar y necesitaban mejoras para que su madre estuviera en un ambiente en condiciones y confortable.

Cuando el equipo de especialistas, entre ellos arqueólogos y topógrafos montaron en la fachada que da a la calle Entremuros andamios para acceder a todo lo alto y ancho, para trabajar sin ocasionar daño. Comenzaron a sacar muestras de piedras y argamasa que las une. Las enviaron a analizar y para sorpresa de la familia y de la arqueóloga encargada del proyecto, el resultado: dieron positivo.

Estaban ante un paño de la muralla original vivito y coleando. De modo que fueron a por más. Al entrar en la vivienda, en la primera planta se encontraron con que la medianera del salón de 10 m de largo era la misma muralla, en perfecto estado de conservación. Esta vez, no quisieron aventurar ninguna teoría, ni asegurar datas.

Recogieron muestras, pues estaba la duda de que en realidad fuera una de las tantas reparaciones que fueron haciendo en siglo posteriores. Pero lo cierto es que la familia mientras se hacían la rehabilitación y los estudios debieron abandonar la casa durante dos años, era imposible vivir en medio de una ¡excavación arqueológica!

Lo cierto es que también descubrieron que el piso de la sala era el original del adarve, o sea el techo de la muralla, por el que casi mil años atrás caminaban los guardias haciendo sus rondas. Nadie estaba preparado para semejante noticia.

Consuelo y Fifa nos llevaron por los ambientes y permitieron sacar fotos, cosa que para ZK 2.0 será un hermoso recuerdo y un tesoro invaluable.

 
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