Pero como dije al principio, esta forma de vuelo, se viene trabajando desde la década del ’30, sí, aunque resulte imposible de creer.
En sus comienzos, por supuesto, eran de lo más rudimentarios. Su fase experimental y de cambios de diseños... de carácter urgente por fallos técnicos, fueron treinta años en los que los diferentes prototipos, no terminaban de pasar la prueba. ¿Cómo debían pasar la prueba? Evitando que su piloto de pruebas , hiciese su último vuelo. Se cuenta que desde 1930 a 1961, de los 75 planeadores que se encargaban de realizar las pruebas... 72 murieron. Una estadística de miedo...
Pero con los años, el avance de los conocimientos y la tecnología, ya no se lanzaban a arriesgar el pellejo, sin antes pasar una serie de estudios, cálculos matemáticos... pruebas de física, ya que se basa en ella.
Y recién en 1998, una nueva versión del traje aéreo, diseñado por Kuosma y Pecnik, un finlandés y un croata, que además de depurar hasta el más mínimo de los errores de diseño, idearon un programa de vuelo. Es decir, formaron a los primeros instructores de wingsuit, para terminar con lo del terrible peligro que estigmatizaba al dichoso traje.