—Al trabajar moderando los comentarios de los usuarios (supongo), haciendo balance ¿crees que la habilitación de dichos comentarios es positiva o negativa? (¿Es quizás una de las claves del éxito del periódico [los comentarios de los usuarios]?

—Sería absurdo negar que la habilitación de comentarios es uno de los bastiones de 20minutos.es. El hecho de que la moderación sea a posteriori es un atractivo que no ofrece el resto. Yo ya no concibo un diario digital sin comentarios; es más, la iniciativa fue de 20minutos.es y luego fue aplicada (con matices) por el resto. Es algo que hay que pulir, sin duda, para evitar que los foros se llenen de trolls, pero estoy convencido de que es el mayor acierto del periódico.

—¿Qué balance haces de la votación de los comentarios de los usuarios (voto positivo o negativo)?

—Es una de esas mejoras que te decía que hacen falta. El sistema de comentarios hay que pulirlo, hay que perfeccionarlo, de modo que se premien las mejores opiniones (resaltándolas frente al resto) y se castiguen las peores (dando la opción al usuario si leerlas o no).

Dado que Internet es un medio bastante democrático, lo suyo es que esa responsabilidad recaiga en los lectores y que sean ellos quienes decidan cuáles son los mejores y los peores comentarios.

—Al tener que moderar los comentarios y ver sus votaciones, supongo que uno ve el corriente político que predomina. Viendo los comentarios, ¿cuál es el corriente político predominante?

—No hay una tendencia clara, y ahí puede que resida otro de los aciertos del medio. En una misma noticia puedes encontrar, casi seguidos, comentarios que te acusan de ser de izquierdas y de derechas (por supuesto, no siempre en este tono tan amable con el que yo te lo cuento).

—¿Consideras 20Minutos.es un periódico de una ideología de izquierdas?

—No, en absoluto. Si hay que dar un palo al PP, se le da, si hay que dar otro al PSOE, se le da. A mí, hasta ahora, nunca me han pedido que enfoque un tema desde un punto de vista partidista, sino que me han dado total libertad para contar las cosas. Es una cosa que pueden permitirse los gratuitos (y por tanto, sus webs) y que en la prensa de pago es más complicado.