No es difícil entender el por qué del interés de todos estos países. En primer lugar, 1 gramo de Deuterio fusionado con 1,5 g de Tritio produce 20 millones de veces (!) más energía que la combustión de 1 g de carbón. En segundo lugar, las reservas de combustible son inmensas. El Deuterio está presente en abundancia como segundo tipo de Hidrógeno en la naturaleza. De hecho cuando bebemos recibimos una pequeña cantidad de Deuterio formando parte del agua. La mayor proporción de agua está en la conocida forma de H2O, pero también hay pequeñas cantidades de HOD, e incluso D2O. Imagine el lector o lectora la cantidad de Deuterio que hay en el agua de mar.
En cuanto al Tritio, no existe en forma apreciable, pero como ya se ha indicado antes se puede obtener a partir del Litio, el cual es abundante en los océanos y en la corteza terrestre.
En tercer lugar, los residuos generados por la fusión suponen un volumen muy limitado, que proviene fundamentalmente de la irradiación por neutrones de los materiales de la estructura del reactor. En cuarto lugar, como ya se ha señalado, el funcionamiento es seguro, pues cualquier perturbación detiene el proceso de fusión dada las condiciones extremas que deben estar presentes. Además, basta con parar la inyección de Deuterio y Tritio para que todo cese, y las cantidades presentes en la reacción son siempre pequeñas.
