Parece que mientras más se esfuerzan los gobiernos de algunos países en las medidas antipiratería, los casos de piratería aumentan en proporción.

Primero se informaba del aumento en Francia tras la ley conocida como Hadopi contra las descargas de archivos protegidos por derechos de autor. Luego fue Suecia. En este otro país, donde incluso existe un partido político pirata (Piratpartiet en sueco, pero tranquilos que no proclaman la piratería), hace unos mese se aprobaron una leyes muy duras contra el problema de las descargas ilegales, y aunque en principio sus habitantes se asustaron y disminuyó el nivel de piratería, en estas últimas semanas se ha superado incluso el nivel que tenían antaño.

Aclaro que me refiero y me referiré a las descargas supuestamente ilegales como la conocen los medios de comunicación, como piratería. Todos sabes que los medios siempre escogen de forma incorrecta las palabras que además son las que los políticos usan para conseguir lo que quieren.

El problema está claro: las leyes antipiratería no gustan a casi nadie, quizás debido a que están fundadas en datos más bien dudosos y estadísticas posiblemente amañadas. Seguramente por eso el partido Pirata mencionado antes esté ganando votos, sobre todo a raíz de los problemas que hubo con The Pirate Bay, el rey sueco del BitTorrent, frente a la ley.

Era lógico esperarse esto, después de todo, cada vez que un gobierno da un paso contra un delito (o supuesto delito), los infractores dan un paso más allá y mejoran sus técnicas. Que quede claro que hablo de delitos porque así los llaman aquellos que dictan las leyes (no se ofendan ellos, pero qué mal que me caen…).