Es entendible que a veces las personas se sientan tristes, pero cuando la tristeza de alarga en el tiempo, como en intensidad, incluso aparece en el individuo ante cualquier evento, aún sin que sea realmente muy traumático, es indicio de que nuestra salud mental se encuentra afectada.
*De acuerdo con la OMS, en el mundo hay 400 millones de individuos con trastornos mentales, ¿qué está sucediendo?
¡Es una cifra enorme! Esta cantidad ha sido un tema de debate en todo el mundo y hay muchas teorías sobre su constante incremento. Se dispone de tratamientos adecuados, pero la mayoría de las personas que sufren un trastorno mental no acuden con un profesional ya sea por falta educación o recursos. La estigmatización, la discriminación y la indiferencia impiden que la atención y el tratamiento alcancen a todos los afectados.
Un ejemplo: el aumento de casos de personas con depresión en el mundo, indica la OMS, es alarmante. Hasta tal grado es serio el asunto, que se presagia que en el futuro va a ser una enfermedad muy común de la población, por lo que todos los especialistas en salud metal deben prepararse para poder intervenir eficazmente. Muchas veces no curamos, pero tratamos de aliviar el sufrimiento.
La gente tiene la falsa creencia de que el enfermo mental es agresivo, y no siempre es así. La violencia, es un estado más común dentro de la población aparentemente “normal”. Sin que exista un diagnóstico, como tal, la barbarie presente en nuestra sociedad y la falta de respeto por la vida de los demás, podrían revelar un trastorno mental colectivo.
*¿Cuáles son los trastornos mentales más comunes?
Existe un amplio abanico de enfermedades mentales, pero las más frecuentes son: depresión, angustia, fobia, ataque de pánico, epilepsia, psicosis, trastornos de la personalidad y la esquizofrenia, entre muchas otras. Asimismo la OMS considera el alcoholismo como un trastorno mental, que además acarrea otros importantes problemas de salud.
Las razones por las que este tipo de padecimientos van en aumento en la población son, entre otras: el envejecimiento de la población, los conflictos bélicos, catástrofes naturales, tensiones familiares, adversidades económicas (pobreza) y el estrés cotidiano.
Todo esto puede ser preventivo al disponer un poco de atención a nuestra mente y a nuestra alimentación. El simple acto de comer reduce la ansiedad, el estomago recibe los nutrientes que el individuo necesita evitándose cualquier posible conflicto interno que desemboque en un problema de salud (Las enfermedades pueden ser desde pequeños malestares hasta trastornos que merecen grandes atenciones). Recuerda, si tú no le das tiempo a tu cuerpo y mente, tu subconsciente lo pedirá y actuara de una manera tajante indisponiéndote para que puedas darle la atención adecuada. Un poco de atención, tiempo de esparcimiento, descanso y una alimentación adecuados pueden evitar un mal trago.
Detengámonos a reflexionar y meditar sobre esto, antes de que se nos vaya la vida sin sentirlo...