en el latido urbano, no puedo más que hablar
de aquello que siente mi corazón,
de aquello que está cruzando la calle,
de aquello que siente Julia al levantar elegantemente
la bolsa de comida que sobró de una fiesta,
de los cartones que dobla Pedro prolijamente
para ser vendido,
de la casona en transacción de Flores
que fue ocupada por catorce familias,
de los perros sarnosos abandonados por vacaciones.
Aprende mi carne ignorante
en tu dormir sobre las causas proclamadas,
aprende sobre lágrimas, con poco odio
y sin dictámenes.
ELLA ES ADA, COMO UN HADA
Ella es Ada
muerta en los setenta
cantaba las primeras de Serrat
hacía sonar en su tocadiscos a los Beatles.
Ella es Ada
vive en strawberry fields forever
no sé por qué este sueño se escapa en la vigilia,
ella está en un árbol a punto de saltar,
yo le grito desde abajo: ¡sólo son diecisiete tus años,
no vuelvas a la ruta!
El rojo crepúsculo petrificó su amanecer
los campos paralelos al cielo daban un verano
ella cerraba sus ojos frente al sol,
el sol se cerraba frente a su virginidad,
ella es Ada y nunca me anime a decirle que la amaba.
¿Habrá una dimensión dónde resista tu sonrisa?
Por aquí lo que vive es tu perfume.
EN EL HIMNO DE TU BOCA
Sube la sangre por las curvas de tu río,
vuelve la poesía al parto de tus ojos,