Estudia actualmente Administración de Personal y guiándose por sus pasiones, también aprendiendo portugués y el arte del vino. Piensa que en la vida se puede hacer lo práctico o lo utópico. Nuestra amiga venezolana decidió no con fines de lucro, sino con el fin de alcanzar todas las metas, sirvan o no. Piensa que hay que hacer todo aquello que te engrandezca como ser humano, pues la vida es una y pasa rauda sin esperar por nadie.

Sitios predilectos: el Verde, la neblina, la brisa de Noviembre evocando un año más, o uno menos, el aire con olor a tierra mojada, la lluvia.

Su proyecto cercano: realizar una recopilación de sus poemas que viene acumulando desde el año ‘93. El libro se titulará “Mi Mortaja” clasificada en seis secciones: A LOS IRREALIZABLES, A LOS INALCANZABLES, A LOS NO RENOVABLES, A LA POESIA DEL ALMA, DE LOCAS ESPERANZAS E ILUSIONES, Y A LOS AMORES HASTA MORIR.

Sus Musas son: el desamor, la muerte, pero también la esperanza y la vida… “ambivalencias”.
Pero El Amor... en definitiva es el gran protagonista en todas sus expresiones. Ahora Revista ZK 2.0, les deja con el arte de Sandra Nalda, para que conozcan a la poeta y al ser humano tras sus letras.

AGRAVIOS PARA EL AMOR… PARA TI… SOLEDAD: Te fuiste Soledad, yo quería tenerte. Huía raudo del amor, para no perderte. Esquivo de besos, privando el sentido para caer en tus brazos, siempre abatido. Pero llegó ella, la de pureza al mirar, con sus ojos bellos que me hacen suspirar. Ya no te quiero, gracias por la compañía; aunque habitabas, para incitar mi agonía. Mi corazón entero pertenece a ella. Mi más grande amor, mi preciosa doncella

DE SOLEDAD… PARA TI: Que ingenuo eres por querer adiós decirme. Pudiera aclarar, si dejas permitirme. Amor es herida, aunque parezca cura. Amor es fiesta, que oculta desventura. Te brinda mieles, dejándote embriagado. Brilla su luz y te abandona cegado. Amar te enajena, viviendo ya no por ti. No es grato tenerte, pero vendrás a mí. Cuando termine el estruendo y solo quedes, escaparás tú, de sus voraces redes. Y vendrás llorando triste suplicando. Y yo con una copa, te estaré esperando…