Escritores
Talisin
 
 

Terminare el poema antes de que despiertes, lo firmare con un beso, para que lo guardes en las calles de tus sueños junto con mi amor secreto.

Y por si acaso te movieras, y desviara alguna letra, lo lacrare con mi abrazo y así cuando despiertes, si no estoy a tu lado, sientas en tu cuerpo el amor que me ata a ti, con invisible lazo.

La verdad, no sé si es bueno o no, sé que es cierto y sé que es para ti.

Mil besos

Avilés
28-9-09


 

Cuando el agua quiere ser aire

“Cuando el agua quiere ser aire, se convierte en niebla”. Eso lo decía Ana, y en días como estos en los que todo rezuma agua; cuando la lluvia es tan fina y a la vez tan tupida que parece que no llueva,  me acuerdo de ella...  Orvalla, empieza a mezclarse el aire con el agua, el siguiente paso será la niebla.  Miro los edificios de enfrente, colocados a una distancia humana y parecen recortables sobre un fondo plano.

Nítidos los colores contra ese todo blanquecino, es la luz. Y es que son las seis de la tarde, de un día de mayo y como en el resto del mundo, detrás de las nubes esta el sol, por lo tanto hay luz. Y torno a recordar lo que decía Ana, “ Es la luz la que da la vida”.  Me lo decía cuando me enseñaba los secretos del invernadero y me explicaba sin querer, como era su mundo. Aquel invernadero de estilo modernista, en el que desde niña pasaba tantas horas, forja negra como una trama de tela de araña, sujetando directamente el cielo, así me lo parecía, pues era todo de cristal.

Tendría que llamarla...,  pero hace mas años que no nos vemos, que los años que nos vimos. Y aun así, me sigo acordando de ella.

Salir a la calle es respirar agua, me paro un momento. Quieta, dejando que me envuelva,  me hace un traje a medida y a medida que camino, el traje se infiltra más en mí, de manera tranquila, sin casi trascendencia, como un cariñito de viejo amigo, un abrazo cálido y húmedo.

 
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