anterior
siguiente
Algo que contar
por Diana Ríos
¿Te sientes triste por falta de amor?
 
 

De pronto me pregunto, ¿Y si le acaricio el pelo y le doy un beso?  Tal vez se ponga feliz. Siempre es bonito sentir el beso de alguien que te ama.  Eso seguramente le gustará, será gratificante, pensaba.

También el mimar su cara... ¡Es tan lindo! ¡Sí, me atreveré! Lo haré para que sepa que lo quiero y que despierte con buen ánimo. Hasta es posible que me gane un beso apasionado, ¡uno de verdad! Él es muy bueno conmigo.

Mientras pensaba en todo eso, lo tocaba suave y luego quitaba la mano, pues por algún motivo no quería despertarlo.  Hasta que por fin algo dentro de mí  me motivo a hacerlo. Primero  le toqué su pelo.  Al principio solo se movió y no pasó nada en particular. Después me atreví a darle un beso en la mejilla.  Nada,.  sólo se movió un poco. Era el momento justo para darle otro beso, pero menos discreto. ¡Siiiiiiii! Será algo especial para él.

Le di el otro beso.  Ahora sí despertó. Yo todavía con toda mi cara sonriente, con el pelo greñudo pero con una sonrisa tan amplia que podía verse todos mis dientes. Lo miré de frente para ver mejor su carita, pero las cosas no eran como yo las pensaba. ¡De pronto  su rostro dulce y bonito cambio rotundamente!  Apareció una dura expresión que me dejó aturdida. Jamás me imaginé que podía motivarle semejante reacción.  Así que seguí mirándolo, mediando un paréntesis de silencio, esperando que todo fuera simplemente una broma de su parte.

Sorpresivamente  me dice con voz ronca y firme…

—¡NUNCA VUELVAS A HACER ESO...!  ¡¡NO ME GUSTA QUE ME DESPIERTEN  CUANDO ESTOY DORMIDO, Y ESO ES LO QUE HAZ HECHO!!

Temblé como una hoja.  No daba crédito a lo que estaba escuchando. ¿Una persona que no quiere que le despierten con un beso? ¡Wow! Entonces pensé... ¡Tiene que estar jugando!

—De verdad, dime  que estás jugando conmigo amor.
—¡NO!  —Contestó con aspereza—. Estoy diciendo esto muy  en serio. Te vuelvo a repetir: ¡QUE SEA LA ÚLTIIMA VEZ QUE ME DESPIERTAS DE ESTA MANERA! Se dio la vuelta en la cama y siguió durmiendo.

Me quedé sola, quieta, casi sin hacer ni un movimiento.  No podía pensar con claridad, trataba de razonar  (dicen que el pensar no se me da mucho), estaba atónita, aturdida.  ¿Un hombre que no le gusta que lo despierten con un beso?

 

 
  menu 55