Será por el aroma a otros tiempos o por la ternura de los dibujos y protagonistas, pero estos cuentos me siguen gustando tanto como cuando era niña.
Érase una vez y otra y otra.... que Caperucita llegó a casa de su abuelita. Érase una vez y otra y otra... La literatura infantil se renueva, pero los superventas son los clásicos de siempre.
Puede que nunca supiéramos quien estaba detrás de aquellos cuentos, éramos niños y no importaba quién lo contara... Pues bien, aquel hombre que nos hizo tan felices se llamaba Juan y se apellidaba Ferrándiz.
Ilustrador, poeta y autor de cuentos infantiles. Nació en Barcelona en 1917, en el seno de una familia de tradición artística (su abuelo fue actor y autor de comedias, su padre fue un amante de la pintura y su hermana Paquita es una popular actriz de la escena catalana). Ferrándiz se formó en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona. Durante la década del 40 inició la publicación de sus célebres cuentos troquelados, que le convirtieron en un personaje extremadamente popular entre el público infantil. Poco después, en 1952, comenzó a publicar sus famosas felicitaciones de Navidad
, cuya ingenuidad, sentido del humor y perfección de trazos innovó por completo un ámbito que, hasta entonces, había estado reservado a la reproducción de obras clásicas.
Una colección de postales navideñas que se hicieron famosas en España en los años 60. Tampoco nos podemos olvidar de sus maravillosos recordatorios que nos acompañaron a muchos de nosotros en uno de los días más importantes de nuestra vida.
Ferrándiz también destacó en el mundo de la escultura. El hombre que nos contaba cuentos fue galardonado en 1992 con la Creu de Sant Jordi de la Generalitat por su trayectoria artística y humana. Falleció en Barcelona en agosto de 1997.