Pocas veces se dice que a los afganos los destruyeron, ya en el siglo XX, primero los soviéticos y luego los anglo-norteamericanos, que fueron ellos los que desataron el pandemónium de la guerra en pos de sus intereses geoestratégicos.
Viví muchas experiencias, a veces muy desagradables: puedo contar que soldados norteamericanos me quitaron el material fotográfico que llevaba y me velaron todos los rollos de fotos usados y sin usar durante una revisación en un puesto de control. Puedo decir que sentí bronca, impotencia, pero que una vez que se me pasó y reflexioné a dónde estaba, agradecí continuar vivo y completo. Entonces entendí que también podía registrar lo que veía simplemente con lápiz y papel. Desde ese día siempre los llevo en la mochila. Como otra de las tantas anécdotas de ese viaje, estuve preso por llevar un mapa conmigo donde estaba marcada la zona de Tora Bora. Eso les hizo sospechar que podía ser espía ó talibán. Para los bandos, yo era un espía que viajaba con pasaporte falso. Después de ver y rever mi pasaporte, pasé la noche detenido y finalmente, al otro día sin entender bien el motivo, me liberaron. Ahí comprendí que no existía ni pasaporte, ni visado, ni dinero que pudieran protegerme en Afganistán. Sólo la buena voluntad de los propios afganos.
Afganistán y su gente están en mi corazón. Lloré mucho al partir porque sabía que iba a pasar mucho tiempo para poder regresar y, sobre todo, por la situación que se estaba viviendo. Cuando me despedía de mis amigos que me ayudaron y me protegieron de una u otra forma, ellos me consolaban diciéndome: “No te preocupes, vos ahora te vas, volvés a tu país. Vos te podés ir, en cambio nosotros nos tenemos que quedar”.
Confieso que me enamoré de Afganistán y no puedo ser indiferente a todo lo que ese pueblo ha sufrido y sigue sufriendo. Como un homenaje independientemente del bando en que se encuentren, todo mi reconocimiento y gratitud a su gente.
11-Afganistán tiene un cordón montañoso que lo cruza y hay un túnel estratégico que lo cruza. ¿Podrías comentar tu experiencia al pasar por él y, también, cómo la geografía es determinante en la guerra?
Se trata de la cordillera del Hindu Kush, literalmente “matadora de hindúes”, que con cumbres muy elevadas (de más de 7000 metros de altura) atraviesan el centro del país en dirección Noreste-Sudoeste.
Esa cordillera está atravesada por el túnel de Salang, que en dirección Norte-Sur, comunica el centro del país, donde está la capital, Kabul, con las planicies del norte y las repúblicas del Asia Central que formaban la antigua Unión Soviética. Por ahí ingresaron el grueso de las tropas que, en la Navidad de 1979 comenzaron la invasión del país.
En el invierno de 2002, yo atravesaba ese paso rumbo al Corredor de Wakham –al norte- sentado en la parte superior de un camión. Él conductor había tenido la gentileza de llevarme. Estábamos en el medio del túnel cuando, de repente, el camión quedó detenido, con una avería y, en dirección contraria, avanzaba un convoy militar de la OTAN hacia Kabul.